EZEZEZ han vuelto. Y no para repetir. Kabakriba, que ya está disponible en todas las plataformas, es su tercer disco de estudio y es de todo menos cómodo. Energía cruda, mezcla salvaje de géneros y letras que muerden. Pop, punk, funk, jazz sin límites ni recetas en doce doce nuevas canciones donde el cuarteto de Bilbao confirman que su sonido no entiende de límites: ofrecen música hecha con las tripas e, inclasificables, tienen una única bandera: seguir rompiendo moldes.

¿Y qué significa Kabakriba? Es un acrónimo de Katuzaldia Baino Kriatura Bakanagoak – «Criaturas más extraordinarias que Katuzaldia», y una declaración de intenciones. Criaturas más raras, más libres, más nuestras.

EZEZEZ presentan un disco simbólico y autorreferencial. Este nuevo trabajo mantiene el pulso estético del anterior, pero da un paso más: mira de frente a la realidad sin perder el humor ni la poética combativa que define a la banda. En Kabakriba EZEZEZ juegan, fusionan y experimentan, consiguiendo un disco profundamente creativo y original, divertido, con un sonido libre y único que gira y sorprende en cada pista.

La diferencia más notable en cuanto a lírica con respecto a su anterior trabajo es que ahora la actualidad se abre paso. Kabakriba trata temas como la rapidez en la que se mueve el mundo, la exigencia, la producción, la tiranía del dinero, o la lucha de clases. EZEZEZ dejan atrás las visiones hedonistas y limitadas para presentar un trabajo de perspectiva global, pero sin perder el humor y la dimensión de lucha, optimismo y confianza que les caracteriza.

Aunque está enfocado desde una dimensión más terrenal, sigue cargado de simbolismo e infinidad de referencias estilísticas que conforman el imaginario EZEZEZ, y que están presentes hasta en el propio título del disco. “Kabakriba” pone el foco en el débil y nos narra historias de ladrones medievales que robaban a los ricos para divertimento de los pobres, o de zorros que están hartos de intentar ser lo que se les ha impuesto por la sociedad, como si de un cuento se tratase.

La portada, un espejo, no es casual: tú, yo, cada uno de nosotros, somos las criaturas más extraordinarias que existen. Vaciarse, enfrentarse a uno mismo, y desde ahí, habitar el mundo. Esos estados de ingravidez y vulnerabilidad sobrecogedoras son los que defienden como los más adecuados para habitar el mundo.

Fieles a sus principios y rigurosos en su filosofía DIY, el proceso creativo de “Kabakriba” ha involucrado a los cuatro miembros en todas las patas del proyecto como son la composición, la producción, la masterización y la parte visual. El disco fue producido y grabado por Eneko Ajangiz y Álvaro Olaetxea, mezclado por Eneko Ajangiz, y masterizado por Álvaro Olaetxea. El arte del disco es obra de Unai Madariaga. Todos los vídeos han sido dirigidos por Unai Madariaga y Eneko Ajangiz. Colaboran Kike Etxe con la trompeta, Iyán Altube grabando y editando sus vídeos, y Adrián Lorenzo con las fotos promocionales.

EZEZEZ son Unai Madariaga (voz, guitarra rítmica), Eneko Ajangiz (guitarra solista), Mikel Irigoyen (bajo) y Álvaro Olaetxea (batería).